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La dirección de arte en el cine

  • Foto del escritor: Christian Burnham
    Christian Burnham
  • 22 ago 2014
  • 3 Min. de lectura

El arte puede llegar a alcanzar un sin numero de definiciones de las cuales seguramente muchas serian validas o al menos tendrían elementos que sean propios del concepto de arte. Sin duda la subjetividad, el mensaje que comunica o la belleza son elementos importantes en este concepto pero la voluntad es indispensable para que algo sea arte.

Siguiendo este concepto podría decirse que las pinturas rupestres, pese a que actualmente se concederán obras de arte, no son en si arte. Seguramente los hombres que las pintaron no lo hicieron con fines decorativos, más bien las hicieron como un forma de trascender o contar su rutina. Mientras que un objeto, sea cual sea, en un museo o algún lugar de exposición puede llegar a ser una obra de arte si el autor lo desea.

Siguiendo este concepto, de que el arte no se crea por coincidencia sino por voluntad, se puede explicar la función del Diseño de Producción, que en una película se evidencia en todos los elementos que vemos en el encuadre.

Un sillón, un lápiz, una bufanda roja o un vestido negro, ningún elemento que se encuentra en el cuadro a sido puesto por coincidencia. El Diseño de Producción se encarga de tomar el guión y transformar las palabras en imágenes mediante la creación del concepto general de la imagen sobre el que se va a rodar.

Por ejemplo el verde simboliza la esperanza, tema del que trata la película Grandes Esperanzas en la cual se puede ver que es el color predominante. La camiseta del protagonista, un vestido verde o las paredes verde oliva no son causa de la casualidad sino de un concepto que creo el diseñador de producción y sobre el cual trabajo el director de arte.

El director de arte crea y materializa las ideas que trabajo en conjunto al diseñador de producción. El director de arte arregla la locación, crea los vestuarios, consigue la utilería, propone el maquillaje y peinados e incluso interviene en la música de la película.

Claro estas funciones no las realiza solo, para ello tiene a una serie de sub departamentos que conjuntamente conforman el departamento de Dirección de Arte.

El director de arte toma los bosquejos de una locación y crea su propuesta basándose en esto, propone colores y estilos y basándose en este trabajo el departamento de escenografía construye y realiza los trabajos necesarios para que la locación se asemeje a lo antes propuesto.

De igual forma el Vestuarista toma las diferentes propuestas y después de las debidas investigaciones crea, confecciona o consigue los trajes mas acordes y adecuados para la época, personajes y que aporten más verosimilitud a la película.

El maquillista por su parte se encarga del maquillaje básico de un actor, en caso que se requiera algún tipo de maquillaje especial como heridas, cicatrices o prótesis este también las diseña para luego aplicarlas al actor y de esta forma terminar de darle forma a los personajes.

El utilero consigue, diseña o crea todos aquellos elementos que usaran los personajes a lo largo de la cinta. Muchas veces estos artículos tienen que ser inventados pues en una trama futurista el utilero tendrá que crear artículos que vayan acorde a las expectativas que se tienen sobre alguna época. En muchas películas algunos objetos se vuelven protagonistas como en el Señor de los Anillos, en estos casos es aun más importante el trabajo del utilero.

La música viene a ser parte fundamental de un cinta, no siempre esta presente de forma física dentro de la pantalla, muchas veces acompaña las acciones, sube la tención o con alguna canción ayuda a disfrutar algún momento en especial de la película.

Siempre se encuentra presente y sirve de apoyo ya que por si sola la música llega a generar en el ser humano sensaciones y sentimientos. Si a esto le sumamos la imágenes de una película se termina conjugando varios elementos que apelaran a la capacidad del espectador para sentir lo que se desea.

Se debe tener muy en cuenta que cuando hablamos de cine , hablamos de contar una mentira. El espectador e debe creer esta mentira y para ello debe verse inmerso en un mundo, que pese a ser ficticio, se le vuelva real o por lo menos creíble.

Es importante que cada uno de los elementos de la película cuadren minuciosamente desde una gran locación hasta el mínimo detalle. Pues para que el espectador se mantenga enganchado a la película es importante que la ilusión se mantenga hasta el final.


 
 
 

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